El tranquilo distrito de Mala se ve envuelto en un escándalo educativo que ha desatado la indignación de la comunidad. La UGEL 8 Cañete, encargada de velar por el buen funcionamiento de los colegios en la zona, se encuentra en el centro de la polémica tras la denuncia pública de padres y representantes del colegio DMC.
La acusación es grave: se señala al plantel educativo de condicionar el pago de la APAFA como requisito indispensable para garantizar una vacante en la institución. Esta denuncia ha sido respaldada con la exposición de un comunicado interno y la difusión de un número de Yape que se encuentra exhibido dentro de las instalaciones del colegio.
La respuesta de las autoridades responsables del plantel es esperada con ansias tanto por la comunidad educativa como por las autoridades de la UGEL y el gobierno regional. La situación plantea cuestionamientos sobre la asignación de presupuesto destinado a los mantenimientos de los centros educativos, y se pone en tela de juicio la legalidad y ética de tales prácticas en el ámbito educativo de la zona.
La denuncia no solo abre interrogantes sobre el Colegio DMC, sino que también genera preocupación en torno a la posibilidad de que otras instituciones educativas de la zona estén involucradas en prácticas similares. Se espera que este caso sirva como un llamado de atención para la revisión y mejora de los mecanismos de control y transparencia en el ámbito educativo de Mala.
